Archivo

Archive for junio 2013

¿Protagonista o espectador?

Hace algunos años hubo una campaña en un periódico que decía algo así como «¿Y tú, eres protagonista o espectador?», parecía un reto. Al leerlo de golpe daba pie a pensar que «YO debo ser un protagonista, no un espectador», como si se tratara de que ser protagonista es ser un ganador y ser un espectador es ser un perdedor. Claro, a nadie le gusta perder (excepto a algunos deportistas o algunas «misses» que no ganan competencias y salen en la televisión diciendo que lo importante era competir…»por favooooorrrr!!!», como diría un respetado médico forense).

Posiblemente la idea de la campaña era que asociáramos que permanecer como espectadores cuando nos pasan cosas malas no es lo más adecuado, sino que es mejor actuar para salir adelante, quizá la intención haya sido buena, no me consta. Y es que suena bonito decir de uno mismo: «yo soy protagonista, no un simple espectador», hasta en un tono ligeramente altanero, lleno de ego, quizá muchos alguna vez lo hemos dicho a quemarropa, sin pensarlo, pero, ¿es esto correcto? Veamos.

Yo, por ejemplo, puedo decir con certeza que fue a los 7 años de edad cuando decidí que quería estar arriba de un escenario tocando música en lugar de estar enfrente, escuchando o bailando. Fue en la época en la que aún estaba funcionando el famoso Teleférico de San Jacinto (el reino del pájaro y la nube) cuando con mi señor padre nos acercamos a escuchar a un grupo de cumbias que tocaba aquella canción que dice «Macorina pom pom, Macorina ponme la mano aquí», y, como el lugar estaba lleno, mi padre me llevó a un costado de los músicos y yo quedé a la par del tecladista; perfectamente podía asociar el movimiento de sus manos con la música que él ejecutaba y ahí quedé prendido. Tuve mi primer teclado a los 11 años y mi primera guitarra (de las de verdad, porque tenía unos pocos meses de edad cuando ya tenía una de juguete) a los 12 años. El resto es historia.

Su servidor con apenas unos meses de edad y con su primera guitarra.

Su servidor con apenas unos meses de edad y con su primera guitarra.

Puedo decir que he sido un protagonista cuando he estado frente a un público al formar parte de mi ex banda «La Pita» (R.I.P), o cuando estoy frente a un grupo de niños y voy a leerles mis poemas. Pero en otras muchas situaciones soy ese, mal dicho, «simple espectador» y no por eso es malo. Creo que cada quien es protagonista y espectador a la vez, son situaciones complementarias, ser protagonista no tiene sentido si no hay un espectador, si no existe esa persona que valida o invalida al protagonista, desde un punto de vista muy particular, y es, precisamente, ese poder en el que radica la importancia de ser espectador. A menudo se asocia a un protagonista con alguien que se dedica a alguna actividad artística o es parte del jet set, pero no es así.

Por ejemplo, en el caso de una mujer que ha tenido un parto distócico, su compañero de vida pudo ser un simple espectador durante el parto, a pesar de ser el Director de una prestigiosa Orquesta Sinfónica, mientras que el médico que atendió y resolvió positivamente el parto fue el protagonista en el procedimiento. Como este pueden haber muchos ejemplos.

Todo esto me viene a la mente porque casi siempre estamos pensando en primera persona, creo que deberíamos darnos un buen baño de agua fría al menos semanalmente. Por ejemplo, en la rama de la fotografía, una buena manera de mantener los pies en la tierra y dejar de pensar que nuestras fotos son las mejores del mundo es darse una vuelta por el sitio 500PX;  ahora, si quieren darse un baño de agua fría pero con cubitos de hielo, entonces hay que darle un vistazo al sitio 1x.com

Entonces, ¿qué es mejor, ser protagonista o ser espectador? Pues ni lo uno ni lo otro. Lo mejor es que cada quien se dedique a hacer de la mejor manera posible lo que sabe hacer o lo que le gusta hacer, porque todos somos protagonistas en lo que hacemos y todos somos espectadores de lo que no hacemos.